Por poca pasta: el reto gastronómico inclusivo que transformó mi aula de FP

¿Es posible que un grupo de estudiantes de Dirección de Cocina diseñe y gestione un servicio gastronómico real, accesible y dirigido a colectivos vulnerables? La respuesta es un rotundo . Y lo hicieron ellos, mis alumnos y alumnas, a través de un proyecto con un impacto social real que acabó siendo una experiencia de aprendizaje transformadora.

Como cada inicio de curso, me gusta hacer balance del gran desafío que desarrollo con mi alumnado durante el curso anterior. Y es que durante seis intensos meses del curso pasado, mi aula se convirtió en un auténtico proyecto de innovación que despertó la motivación de mi alumnado, rompió su rutina de aprendizaje y demostró que la FP puede ser motor de cambio social. El objetivo era claro: crear un servicio gastronómico inclusivo dentro del propio centro educativo. ¿Quieres saber cómo lo hicieron? Quédate conmigo y te cuento todos los detalles…

El proyecto

Por poca pasta” fue el nombre que mi alumnado decidió dar al restaurante italiano accesible que desarrollamos durante todo el curso. Pero, detrás de ese nombra había un planteamiento pedagógico más profundo: aplicar conocimientos de gestión y cocina en un contexto real y con impacto social. Queríamos ofrecer un servicio accesible para colectivos poco atendidos en la restauración: personas mayores, inmigrantes, familias con niños, personas con movilidad reducida o con síndrome de Asperger.

Aquí estuvo la clave del éxito: el proyecto no era ficticio. El alumnado sabía que su trabajo tendría una aplicación real y que su esfuerzo repercutiría en posibles clientes con necesidades específicas.

Diez retos y un objetivo común: aprender haciendo

La experiencia se llevó a cabo a través de 10 retos interconectados, que iban desde la creación de la idea de negocio y la definición de la plantilla, hasta el diseño de la carta, el marketing, la gestión de compras o la acogida del personal. Cada reto estaba vinculado a un módulo profesional (de ahí su sentido intermodular) y asumía un formato inspirado en programas televisivos de cocina y gestión.

Por otro lado, para mantener motivado al alumnado durante todo el proyecto, decidí utilizar los siguientes elementos de gamificación: roles de trabajo (emprendedores, gestores, asesores…), un sistema de puntos e insignias, rankings con recompensas y hasta giros inesperados que simulaban la presión real de la hostelería. La aplicación Flippity y herramientas de diseño como Canva fueron esenciales para dinamizar el proceso.

El aula se convirtió en el “GastroTeamLab”, un espacio creativo donde cada reto sumaba una pieza más hacia el desafío final: abrir y gestionar el servicio inclusivo “Por poca pasta.

Hostelería accesible: cuando el aprendizaje trasciende

Uno de los momentos más especiales fue el Workshop de inclusión y accesibilidad en hostelería, organizado junto al Proyecto Erasmus+ SAFE en colaboración con la Universidad de Granada. Los estudiantes trabajaron en propuestas para mejorar la accesibilidad de su futuro servicio gastronómico:

  • Preguntas en la reserva para conocer necesidades específicas de los clientes.

  • Señalización con pictogramas desde la entrada al centro hasta la cafetería.

  • Un espacio tranquilo para personas sensibles al ruido.

  • Cartas visuales con imágenes para facilitar la elección de platos.

Estas ideas no se quedaron en papel: se aplicaron en el servicio real. El alumnado comprendió que un restaurante no es solo cocina y gestión, sino también un espacio de inclusión, respeto y adaptación a la diversidad.

El impacto

Si algo he aprendido con este reto gastronómico es que, cuando les damos la oportunidad, nuestros estudiantes son capaces de superar cualquier expectativa.

El balance de «Por poca pasta» es más que positivo. Por un lado, el alumnado se convirtió en protagonista absoluto de su aprendizaje, aplicando competencias de gestión, cocina y trabajo en equipo. Por otro, en todo el centro educativo, el resto de la comunidad educativa pudo vivir la experiencia de un servicio gastronómico innovador e inclusivo, demostrando que la FP puede ser clave para trabajar de manera transversal los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Uno de los hitos que hizo sentir a mi alumnado muy orgulloso de su trabajo fue que la prensa se hizo eco del proyecto y tuvieron la oportunidad de contar cómo habían adaptado su servicio gastronómico a colectivos vulnerables.

Proyectos tan desafiantes como este requieren por nuestra parte mucho compromiso, creatividad y confianza en nuestro alumnado. La clave está en plantear retos reales, motivadores y con impacto social

Os animo a transformar vuestras aulas en espacios donde se aprenda en equipo, experimentando e innovando. Porque la FP no solo forma profesionales: forma personas capaces de cambiar la sociedad y nosotros, los docentes, debemos actuar como embajadores de ese cambio.

Vídeo resumen del proyecto

A través de este blog, puedes seguir descubriendo otros proyectos y actividades que desarrollo en mis clases,  no dudes en dejar tus comentarios para seguir aprendiendo juntos.

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