¿Estás dispuesto/a a transformar la forma en la que tu alumnado se alimenta? En el ámbito de la Formación Profesional, es esencial formar a los futuros profesionales no solo en competencias técnicas, sino también en valores fundamentales como la Salud y el Bienestar (ODS 3). Por ello, en el módulo de Ofertas Gastronómicas del ciclo de Técnico en Cocina y Gastronomía, he desarrollado el reto ‘Come de forma saludable’, una propuesta educativa innovadora basada en el Aprendizaje Basado en Retos (ABR). ¿Quieres conocer su impacto en el aula? A continuación, te cuento en qué consiste esta experiencia y cómo puedes llevarla a cabo en tu aula.
En qué consiste el reto
El reto consiste en sensibilizar al alumnado sobre la importancia de una alimentación equilibrada, ayudándoles a identificar hábitos poco saludables y proporcionándoles herramientas prácticas para transformarlos. Durante el reto se promueve el valor de la Educación para la salud, sensibilizando en todo momento al alumnado sobre distintos temas relacionados con la dietética y nutrición y contribuyendo al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) «3. Salud y Bienestar».
Para avanzar en este reto, el alumnado debe superar distintas fases en las que se promueve el análisis crítico de su propia alimentación y el debate activo en clase. Los temas que se abordan son:
1. ¿Qué es comer sano?
2. Diferencias entre alimentos saludables e insanos.
3. Mitos sobre la alimentación.
4. Interpretación del etiquetado nutricional.
5. Realización de una compra consciente.
Fases del reto
Fase 1. La alimentación a debate
En esta primera fase del reto, se pretende que el alumnado reflexione sobre distintas afirmaciones que a lo largo de los años han ido calando en la sociedad y que justifican unos hábitos alimentarios poco saludables. Para ello creo un debate en el que deben argumentar si las afirmaciones que aparecen en un panel, son ciertas o no según su criterio. Utilizo como herramienta Wordwall para ocultar las afirmaciones tras cajas numeradas que ellos irán decidiendo abrir (sin un orden establecido).
A continuación, puedes ver y utilizar como ejemplo el juego «abrecajas» creado con Wordwall:
Fase 2. ¿Alimentos sanos o insanos?
Una vez activado los conocimientos de mi alumnado sobre la alimentación, en la siguiente etapa de este reto les presento una figura (obtenida del libro de Aítor Sánchez, Mi dieta ya no cojea) que clasifica los alimentos en: alimentos que son factores de prevención, alimentos neutros y alimentos que son factores de riesgo. Tras explicarles la diferencia entre ellos y cómo pueden identificarlos, llevo a cabo este quiz interactivo (Aprendizaje Basado en Juegos) a través de la aplicación Quizziz.
Posteriormente, les explico las 3 reglas del Realfooding y cómo otro autor clasifica los alimentos en: comida real, buenos procesados y ultraprocesados. Tras entender el patrón alimentario según el Realfooding, participan en el siguiente breakout «Conviértete en un Realfooder». El primero que consiga llegar a la pantalla final, será premiado con una carta de recompensa.
Fase 3. Mitos sobre la alimentación
En esta tercera fase del reto, planteo a mi alumnado llevar a cabo una investigación sobre los diferentes mitos de los alimentos. Reparto por parejas algunos de los mitos que el dietista-nutricionista Aitor Sánchez incluye en su libro Mi dieta cojea (2016) y les propongo comprobar su veracidad y realizar una reflexión personal sobre dichas creencias. Algunos de los mitos que investigan son: «Debemos comer 5 veces al día», «Hay que comer como dice la pirámide alimentaria» o «El desayuno es la comida más importante del día». Por último, realizamos una puesta en común en clase con los resultados de su investigación y su propia reflexión crítica sobre los mismos.

Fase 4. Lectura de etiquetado
Llegando a la recta final del reto, el alumnado aprende a reconocer las distintas partes que componen las etiquetas de los alimentos y a interpretar la información nutricional de las mismas. Tras explicarles los aspectos comerciales, listado de ingredientes y análisis de la información nutricional de cualquier producto, les hago que analicen sus etiquetas con envases de productos reales que llevo a clase. Luego ponemos en común el análisis de cada producto y comprobamos si a través de la etiqueta son capaces de identificar y clasificar los alimentos en sanos, neutros o insanos. Por último, les muestro algunos ejemplos de aplicaciones de lectura de etiquetado como Yuka o Myrealfood que pueden usarse para detectar posibles productos ultraprocesados.
Fase 5. Compra consciente
Como culminación a este reto, desarrollo una actividad a la que denomino “Mi compra consciente” y en la que simulo un supermercado en papel con distintas fichas que representan a los alimentos. El alumnado, por grupos, debe saber distribuir en unos carritos de color verde (comida sana), amarillo (buenos procesados) y rojo (ultraprocesados) los alimentos en las distintas fichas. El grupo que más acierte y en el menor tiempo posible obtendrá una recompensa.



Sin duda, durante las sesiones que se dedicaron a este reto, el alumnado fue capaz de expresar sus hábitos de alimentación, debatir sobre falsas creencias, investigar y analizar de forma crítica los alimentos sanos e insanos. El impacto real en su alimentación siempre es notorio y, tras este reto, los estudiantes manifiestan ser conscientes de la importancia de llevar a cabo una alimentación saludable.
Por haber llegado hasta aquí, te comparto el enlace con el Genially que utilizo para las lecciones asociadas a este reto.